La psicóloga Berta Otero Miró escribe este artículo para el blog de Neuropsicología y Salud de la Consulta, en el que explica en qué consiste la terapia a domicilio en pacientes con deterioro cognitivo leve (DCL).
Con la llegada del envejecimiento, el ser humano va desarrollando una serie de fallos cognitivos propios de la edad. Si estas alteraciones empeoran, puede acabar desembocando en un deterioro cognitivo leve (DCL) y, posteriormente, en una demencia.
El DCL corresponde, por tanto, a la fase de transición entre el envejecimiento usual y la demencia. En función de qué áreas del cerebro estén afectadas, podemos distinguir varios tipos de DCL:
- Amnésico: si la memoria se ve afectada.
- No amnésico: si distintas áreas cognitivas (excepto la memoria) están afectadas.
- Múltiple: si está afectada la memoria y otras áreas cognitivas.
Al verse afectadas funciones cognitivas básicas como el lenguaje, el pensamiento, la atención… esto puede influir en el desempeño de las actividades diarias. Por ejemplo, una persona con DCL puede tener problemas para recordar información importante, acordarse de fechas, completar tareas, comprender información escrita o verbal, solucionar problemas…
Actualmente el DCL es uno de los problemas de salud mental que más afecta a la sociedad de hoy en día. Algunos estudios señalan que en torno al 15% de la población mayor de 50 años lo sufre. Y, en los 3 años siguientes, el 46% que lo padece suele acabar desarrollando demencia.
Por todo ello, es de gran importancia aprender a identificar los primeros signos de fallos de memoria de pacientes con DCL o fases posteriores para que puedan recibir una intervención preventiva. El objetivo es que su calidad de vida, así como la de sus familiares mejore sustancialmente.
Una vez explicado qué es el DCL y la importancia de tratarlo, la siguiente pregunta es: ¿qué tipo de tratamiento es el mejor? Hasta ahora el tratamiento tradicional se ha desarrollado en centros clínicos a través de terapias individuales o grupales. Sin embargo, desde los últimos años y tras la repercusión del COVID – 19, la terapia a domicilio ha surgido como una nueva alternativa de tratamiento.
La terapia a domicilio presenta una serie de ventajas en comparación con la terapia tradicional para tratar el DCL. Para empezar, a los pacientes les aporta comodidad, adherencia al tratamiento y accesibilidad. Esto último es importante porque cerca del 17% de las personas mayores de 65 años tienen problemas para acceder a un centro sanitario. Además, la terapia a domicilio consigue adaptarse al entorno del paciente y esto provoca que el desarrollo de sus actividades diarias, así como su rendimiento cognitivo, mejoren.
La terapia ocupacional domiciliaria ha demostrado su eficacia debido a que retrasa la aparición de los síntomas de pacientes con DCL. Pero ¿qué tipo de actividades se hacen en la terapia a domicilio? La respuesta a esta pregunta puede dividirse en dos secciones.
Por un lado, están los programas multicomponentes. Estos hacen referencia a la intervención combinada de distintos ejercicios centrados en: la alimentación, el ejercicio físico, la reducción del estrés y el entrenamiento cognitivo.
Estos programas parecen ser los más efectivos para mejorar los síntomas de DCL. Por ejemplo, se ha demostrado que, si el paciente realiza ejercicios de resistencia física junto con estimulación cognitiva individual y grupal, su memoria de trabajo mejora. En otros estudios se observó un incremento de la función cognitiva si el paciente realizaba tareas de educación física, educación sobre la dieta mediterránea con suplementos de omega -3, técnicas de meditación, regulación del estrés y entrenamiento cognitivo.
Por otro lado, existen los programas individualizados. A diferencia del anterior, son programas que se centran exclusivamente en trabajar un aspecto de la persona. El objetivo de estos programas es que el paciente logre mejorar en al menos un área cognitiva. Para ello, trabajan concretamente en la alimentación, el deporte o el desempeño cognitivo a través de aplicaciones virtuales.
La eficacia de los programas individualizados desarrollados en la terapia a domicilio varía en función de las actividades que se realicen.
Si nos centramos exclusivamente en trabajar el deporte, parece que los ejercicios de resistencia física son los más eficaces. Los resultados demuestran mejoras en: la cognición global, la atención, las funciones ejecutivas y la memoria verbal y no verbal. Este entrenamiento es más efectivo si se interviene durante el DCL frente a fases posteriores como la demencia. Otras actividades que también han dado resultado son los ejercicios de tai chi, los ejercicios aeróbicos y los ejercicios que combinan actividades cognitivas y motoras (como tareas simuladas o entrenamiento con baile). Estas actividades mejoran la cognición global, la memoria lógica y la fluencia verbal.
Si en lugar del deporte nos centramos en trabajar únicamente el desempeño cognitivo, los juegos de mesa pueden ser una buena opción parar mejorar las puntuaciones en atención. Otra opción es una intervención grupal liderada por un terapeuta para trabajar ejercicios de creatividad artística y cuenta relatos. Estas sesiones mejoran la cognición global y la memoria verbal. Por último, se ha demostrado que recibir clases de piano semanales durante un periodo de 6 meses aumenta el desempeño de las funciones ejecutivas en estos pacientes.
Los programas de rehabilitación cognitiva desarrollados en el domicilio pueden servirse también de las nuevas tecnologías para la mejora del rendimiento del paciente. La utilización de robots, sistemas de realidad virtual y aplicaciones en línea está revolucionando el tratamiento de las enfermedades crónicas en la atención sanitaria.
Las nuevas tecnologías ofrecen al paciente la posibilidad de obtener un seguimiento y una retroalimentación constante de sus resultados, lo que a su vez facilita al terapeuta para optimizar la intervención y ofrecerle una atención más personalizada. A su vez, este tipo de tratamientos basados en la utilización de las nuevas tecnologías parece tener mejores resultados que los programas de terapia cognitiva tradicionales. Por ejemplo, se han demostrado mejoras en la capacidad de memoria de trabajo visoespacial y el lenguaje en comparación con el tratamiento presencial habitual.
Igual que es conveniente saber qué ejercicios son los más eficaces para mejorar el desempeño cerebral, es igual de importante saber qué ejercicios son ineficaces en la terapia a domicilio. En este caso, no es recomendable realizar tareas de meditación autoguiada, ni intervenciones focalizadas en establecer objetivos (para mejorar el estilo de vida, el estado de ánimo, las limitaciones cognitivas…), ni ejercicios para aprender a manejar el estrés. Todas estas tareas llevadas a cabo de manera independiente no consiguen mejorar las funciones ejecutivas ni la memoria en pacientes con DCL.
En conclusión, podemos confirmar que la terapia a domicilio consigue ralentizar el deterioro cognitivo leve. En concreto, las intervenciones basadas en programas multicomponentes son los más recomendados para mejorar la memoria, la fluencia verbal, las funciones ejecutivas y la cognición global en comparación con los programas individualizados.
La duración de los resultados varía en función del tiempo de tratamiento. En general, una intervención de 4 meses basada en actividad física dos días a la semana (con ejercicios aeróbicos y de resistencia), una dieta equilibrada, tareas de entrenamiento cognitivo (memoria y visoespaciales) y ejercicios de creatividad, es la más indicada para mejorar el funcionamiento cerebral. Los resultados duran desde 6 meses hasta un año después del tratamiento.
En cualquier caso, sería interesante seguir ahondando en esta problemática social para identificar qué intervenciones psicológicas son las más adecuadas para mejorar la calidad de vida de esta población.
Referencias bibliográficas:
Ding, Z., Leung, P. Y., Lee, T. L., & Chan, A. S. (2023). Effectiveness of lifestyle medicine on cognitive functions in mild cognitive impairments and dementia: A systematic review on randomized controlled trials. Ageing Research Reviews, 86, 101886. https://doi.org/10.1016/j.arr.2023.101886
Jeong, J. H., Na, H. R., Choi, S. H., Kim, J., Na, D. L., Seo, S. W., ... & Kim, J. Y. (2016). Group-and home-based cognitive intervention for patients with mild cognitive impairment: a randomized controlled trial. Psychotherapy and Psychosomatics, 85(4), 198-207. https://doi.org/10.1159/000442261
Liu, X., Wang, G., & Cao, Y. (2023). Association of nonpharmacological interventions for cognitive function in older adults with mild cognitive impairment: a systematic review and network meta-analysis. Aging Clinical and Experimental Research, 35(3), 463-478. https://doi.org/10.1007/s40520-022-02333-3
Whitty, E., Mansour, H., Aguirre, E., Palomo, M., Charlesworth, G., Ramjee, S., ... & Cooper, C. (2020). Efficacy of lifestyle and psychosocial interventions in reducing cognitive decline in older people: Systematic review. Ageing Research Reviews, 62, 101113. https://doi.org/10.1016/j.arr.2020.101113
Yang, C., Moore, A., Mpofu, E., Dorstyn, D., Li, Q., & Yin, C. (2020). Effectiveness of combined cognitive and physical interventions to enhance functioning in older adults with mild cognitive impairment: a systematic review of randomized controlled trials. The Gerontologist, 60(8), e633-e642. https://doi.org/10.1093/geront/gnz149
Zou, C., Amos-Richards, D., Jagannathan, R., & Kulshreshtha, A. (2024). Effect of home-based lifestyle interventions on cognition in older adults with mild cognitive impairment: a systematic review. BMC geriatrics, 24(1), 200. https://doi.org/10.1186/s12877-024-04798-5
Comments