El Dr. Carlos Chiclana publica este artículo para la revista Fila Siete, en el que analiza la figura del padre a través de diferentes personajes de series y películas, el significado y la importancia de la paternidad y el desafío que supone en la vida real y su reflejo en la ficción.
"Un padre presente ayuda a que su hijo sepa dónde está el faro y por eso se permite salir a navegar y explorar".
Si tu padre es como el de Frank MacKey (Tom Cruise) en Magnolia lo lógico es que salgas corriendo, pero ¿todo lo que empieza con la raíz “pat”, de padre, deber ser anulado y despreciado? Si lo metemos en el mismo saco, sí, mejor deshacerse de ello. Abajo el paternalismo, el patriarcado y la paternidad.
Pero si observamos con detalle la figura paterna de Guido (Roberto Benigni) en La vida es bella, de Atticus Finch (Gregory Peck) en Matar a un ruiseñor, de Chris Gardner (Will Smith) en En busca de la felicidad, o al padre (Tracy Letts) de Lady Bird, ya nos empieza a resultar más interesante, cercana y atractiva la presencia del padre.
A la española, Santiago Segura en Padre no hay más que uno reflejaba, de modo muy natural, esa necesidad de señalar que el padre existe y es importante, también en pleno siglo XXI y sin necesidad de confrontarlo con el feminismo.
En series como El embarcadero, queda patente el desorden que deja la ausencia del padre y en This is Us podemos apreciar a Milo Ventimiglia (Jack) y a Sterling K. Brown (Randall, de adulto) como padres varones paternales, ni paternalistas ni patriarcales, que se enfrentan a la realidad con aciertos y errores. Vemos como los hijos e hijas necesitan el corazón de su padre. Los padres están y se les espera. Padres que están presentes en las vidas reales de sus hijos, que las conocen y las siguen, no en la vida ideal de lo que deberían ser o de los proyectos que se han montado en su cabeza.
Padres que apoyan los proyectos, que dan seguridad, que comprenden, que están cercanos físicamente, abrazan, hay contacto paterno filial y cercanía emocional. Padres que, con todo lo sano de la expresión, no se dejan secuestrar por la madre, que conocen y promocionan la alianza con ella, que se implican, porque no es una “mamá vis” ni es un amigo o colega del instituto.
El padre es “la no madre” y esto es muy sano para el desarrollo emocional de los adolescentes. Se les facilita un modelado de alteridad sexual sin estereotipos de género. En el desarrollo sano de una persona, tras la seguridad aportada por la madre, el padre promueve la exploración del mundo exterior a la familia, quedando como referencia.
En The Croods: A new age (2021) y en The Mitchels vs The Machines (2021) puedes disfrutar de las experiencias y aventuras que una familia normal y corriente ha de afrontar para salir adelante. Es cierto que unos luchan contra animales y plantas prehistóricas y otros contra unos robots que han tomado el control del mundo, pero ambas sitúan también la maternidad y la paternidad en la actualidad. Con sus matices feministas y con buen sentido del humor, los padres ejercen su función como personas normales, el padre es un héroe que cumple sus funciones de padre, en complemento y reciprocidad con los otros miembros de la familia. Así favorece en los hijos la exploración ambiental y en las relaciones interpersonales mediante la reflexión, el reconocimiento de sus emociones y de las de otros y la búsqueda de la autonomía.
Hay una nueva ola, alejada de ese “fake” de la nueva masculinidad que propone padres sin contenido o padres maternizados y femeninos, como si la auténtica masculinidad pudiera identificarse en algo con el machismo casposo o el macho dominante de la manada, o como si tuviera que imitar a la madre y hacer lo mismo que ella, cuando ser padre ni exige ni rechaza ningún tipo de tarea doméstica o encargo respecto a los hijos, es algo más hondo.
Un padre presente ayuda a que el adolescente sepa dónde está el faro y por eso se permite salir a navegar y explorar. Es principalmente el padre quien refuerza esta autoconfianza y la seguridad en sus proyectos. En una secuencia de Lady Bird, viene un chico a buscarla a casa y al llegar en coche toca el claxon, entonces el padre le dice con ironía: “No irás a subirte a un coche con un tío que toca la bocina, ¿verdad?”. Ella sonríe. No solo hay empatía, hay mentalización: él sabe lo que piensa ella y siente lo que siente ella; ella sabe lo que piensa él y siente lo que siente él; cada uno piensa lo que piensa y siente lo que siente.
Cuando la vida avanza y te enfrenta a situaciones como la que se puede apreciar en El padre (Florian Zeller, 2021), si la filiación se ha nutrido de una sana paternidad, quizá los conflictos sean menores o al menos se encuentra la solución más rápido, porque se hace evidente lo connatural de buscar lo mejor para quien buscó lo mejor para ti. ¿Cuándo un hombre se convierte en padre? Es la pregunta que intenta responder Hirokazu Koreeda en su largometraje De tal padre, tal hijo, ganadora del Gran Premio del Jurado de Cannes de 2013.
Un buen elenco de películas y series con padres personajes que nos animan a reflexionar sobre uno de los desafíos de los siguientes años, la paternidad.
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