El Doctor Carlos Chiclana colabora en este artículo para Siglo XXI.

El psiquiatra y profesor del Departamento de Psicología y Pedagogía de la Universidad CEU San Pablo, Carlos Chiclana, aporta algunas sugerencias para afrontar situaciones adversas o complejas, que nos permitan cuidar nuestra salud mental en diferentes contextos. Entre ellas, anima a cuidar de uno mismo como "clave para tener una buena salud mental".
Así lo recuerda en el marco del Día Mundial de la Salud Mental, que se conmemora el 10 de octubre. Durante la jornada se visibilizan realidades como que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada cuatro personas tendrá un problema de salud mental en algún momento de su vida.
El lema propuesto por la OMS para este 10 de octubre es ‘Acción a favor de la salud mental: invirtamos en ella’. Por ello, para cuidar de la salud mental, apunta el doctor Chiclana, es necesario que cada uno cuide su biología: dormir bien, tomar una alimentación equilibrada; hacer ejercicio físico moderado; tener aficiones y actividades de disfrute y contacto con la naturaleza; pero también que se esfuerce por sus relaciones sociales y personales y cuide el uso de las pantallas y los horarios de trabajo.
“Será de ayuda intentar diseñar tu entorno para que sea lo más favorable posible a tu estabilidad; que lo familiar, los social, los laboral y el domicilio, faciliten tu salud mental”, explica el psiquiatra. Sin embargo, apunta: “Esto no es tan fácil, porque no controlamos todo lo externo y las circunstancias pueden ser muy adversas; pero, en cualquier caso, es necesario que tú seas el protagonista, con una actitud de cuidado personal, de forma que pongas límites e intentes que el estrés no supere tu nivel de tolerancia”.
RESPUESTAS PSICOLÓGICAS
En estos meses de crisis mundial, en que es necesario que las personas eleaboren "respuestas psicológicas" para situaciones a las que no se han enfrentado previamente, el experto apunta que se necesita saber "cuál es el camino" que se quiere andar, "poner el pie en lugares seguros" y dejarse guiar "por los que saben más". "Observa y contempla tus emociones y estados mentales para hacerte consciente de la situación real, acogerla, aceptarla y reflexionar sobre ella”, añade el profesor.
“Puedes sentir miedo, vulnerabilidad, incertidumbre, desconcierto, cansancio, aburrimiento, inapetencia y otras muchas. Esto implica que hay dificultades y obstáculos, y que el optimismo y esperanza no es superficial y frívolo, sino con los pies en el suelo y evitando el contagio social de tener que ser un héroe o tener que ir de víctima”, explica el especialista.
Y concluye: “No eliges qué emociones tienes y sí puedes elegir reconocerlas, aceptarlas y ponerles el sello de denominación de origen: son mías. Así te puedes tratar con comprensión y darte tiempo para procesarlas. Todas las situaciones son válidas, normales y merecen reconocimiento”.
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