La psicóloga Inés Bárcenas colabora con Ana Iris Simón en este artículo para la revista Vice Magazine.
"Hace seis o siete años, a mi entonces pareja le dio un brote psicótico y fue diagnosticado de trastorno bipolar. Él se asustó mucho y yo también, en parte porque aquello era una putada, como cualquier enfermedad, y en parte por la desinformación y la estigmatización que conlleva esa en concreto. Entonces no conocíamos a nadie que hubiera sido diagnosticado con una enfermedad mental y parecía que aquello era un tema del que no se debía hablar en público. El interlocutor siempre parecía incómodo, siempre tenía preguntas que, más que consolar, parecía que juzgaban. Tuenti estaba aún agonizando, y en las redes sociales todo eran todavía sonrisas".
Por eso a veces, cuando compruebo que en Instagram, Twitter o Facebook cada vez tienen cada vez más cabida algo más que los selfies pienso en él. En que ojalá hubiera podido ver ciertos stories, ciertos post en Facebook o ciertos vídeos de Youtube en los que alguna gente habla de su enfermedad mental sin miedo, por fin, a ser juzgada ni cuestionada...haz click aquí para seguir leyendo.