Artículo publicado por Alejandro Villena para el blog 'Sexo y Salud' del periódico ABC.
“A mí esto no me había pasado nunca, yo antes podía tener relaciones sexuales de más de 30 minutos y ahora no me da tiempo ni a los preliminares… ¡Imagínate la vergüenza! ¿Qué va a pensar de mí ahora? ¿Es grave? ¿Qué puedo hacer para solucionarlo?”. Toda esta vorágine de dudas y preocupaciones me las contaba una persona cercana hace unos días, después de su última y poco satisfactoria experiencia sexual.
La Eyaculación Precoz (EP) es la disfunción sexual más frecuente entre los varones, afectando al 16-23% según las estadísticas más recientes. Según el Estudio Demográfico sobre Eyaculación Precoz realizado por la Asociación Española de Andrología en 2009, el 43% de los españoles padecen eyaculación precoz en algún momento de su vida.
Pero… ¿Qué se considera realmente como Eyaculación Precoz (EP)?
Podemos entender la EP como una disfunción sexual en la que el varón eyacula antes de lo deseado, en ocasiones nada más iniciar el acto sexual, al tocar la vagina o incluso pudiendo ocurrir antes de intentar la penetración.
El promedio establecido para el tiempo de latencia intravaginal (tiempo que transcurre desde la penetración hasta la eyaculación) es de entre 3 y 6 minutos, por lo que se considerará una eyaculación precoz si se produce antes de un minuto y una EP probable si dicha latencia se encuentro entre 1 y 1,5 minutos.
Pero el tiempo no es el único criterio diagnóstico. Las diferentes entidades científicas han propuesto varias definiciones para la eyaculación precoz en las que también se contemplan el grado del control sobre el reflejo eyaculatorio y las consecuencias negativas para la relación de pareja.
Por ejemplo, La Clasificación Internacional de Enfermedades-10 (CIE-10), basándose en la capacidad de satisfacción sexual, la define como “la incapacidad de retrasar la eyaculación lo suficiente como para disfrutar de las relaciones sexuales, lo que se manifiesta por la aparición de la eyaculación antes o muy poco después del comienzo de la penetración, o se produce la eyaculación en ausencia de la suficiente erección como para que sea posible la penetración“.
La Sociedad Internacional de Medicina Sexual (ISSM) incluye en la definición las consecuencias negativas sobre el varón. Propone, centrándose en una relación sexual clásica de varón-penetración vaginal, la siguiente definición: “disfunción sexual en la que la eyaculación se produce siempre o casi siempre antes o aproximadamente un minuto después de la penetración, debido a la incapacidad para retrasar la eyaculación en todas o casi todas las penetraciones vaginales y con consecuencias personales negativas, como angustia, malestar, frustración y evitación de las relaciones íntimas“.
El manual de la American Psychiatrist Association, DSM-5, propone la siguiente clasificación:
Eyaculación Precoz Permanente, cuando ocurre antes de un minuto. Es desde siempre y probablemente es de causa genética o neurobiológica.
Eyaculación Precoz Adquirida. Puede ser psicológica o somática. El varón refiere un momento biográfico claro de inicio.
Eyaculación Precoz Natural Variable. Sólo en determinadas ocasiones se produce. Puede diagnosticarse como una variante normal.
Disfunción Eyaculatoria Prematura que incluye a los eyaculadores considerados normales, de 3 a 7 minutos, incluidos los que duran más de diez minutos. Estos son los varones que se quejan subjetivamente de una eyaculación precoz, a pesar de la normalidad de sus tiempos. El origen es claramente psicológico.
También podemos hablar con términos de eyaculación primaria (aquella que lleva con nosotros desde que tuvimos el primer encuentro sexual) o secundaria (aquella que ocurre debido a otro suceso desencadenante o evento vital estresante que lo detona).
¿Es la EP un problema médico o psicológico?
Todo parece indicar que la etiología de la eyaculación precoz tiene mayor relación con aspectos psicológicos, aun así, algunos autores refieren que existe un 24% de este diagnóstico con una alta carga genética y que también existiría un pequeño porcentaje de personas con problemas neurobiológicos a los que se les dificultaría la experimentación de las sensaciones orgásmicas y su control.
Sin embargo, lo más común es que un mal funcionamiento de la psique este alterando la respuesta fisiológica y, por ende, se dificulte el desempeño sexual. Alguna de las causas psicológicas que pueden derivar en un problema de eyaculación precoz son las siguientes:
-Baja autoestima: Si no me quiero a mí mismo, puede ser que tampoco me valore sexualmente. Si durante el acto sexual me focalizo en mis defectos, mi capacidad para concentrarme en la relación será muy baja y por tanto podré tener dificultades en el desempeño sexual.
– Angustia, Nerviosísimo, Ansiedad: Fisiológicamente hablando, la ansiedad, los nervios o la angustia consiguen todo lo contrario a una respuesta sexual adecuada. Estos estados cognitivos y emocionales producen una activación del sistema nervioso simpático que altera este proceso natural de excitación sexual de tal manera que inhibe por completo la capacidad de control sobre la eyaculación.
-Miedo al fracaso y presión de rendimiento: Desde jóvenes los medios de comunicación, nos obligan a ser perfectos, perfectos hasta en la cama. Además, la pornografía nos vende una imagen adulterada de la relación sexual real. Todo esto puede interferir en las expectativas que voy generando sobre el acto sexual y sobre mi propia actuación, añadiendo una dosis extra de ansiedad y ya sabemos lo que viene a continuación…
-Problemas de pareja: En ocasiones el rendimiento sexual o la satisfacción sexual no es más que un reflejo de lo que está ocurriendo entre dos personas en otras esferas de la vida. Es muy importante la comunicación sexual con la pareja para poder expresar los gustos y preferencias de cada uno y crear un ambiente cálido donde poder tener unas relaciones sexuales satisfactorias.
-Asertividad sexual: En la misma línea, debemos aprender a expresar nuestros deseos, intereses, necesidades, gustos, etc., en el ámbito sexual, poder expresar cuando se está disfrutando o cuando se quiere realizar una práctica sexual o no realizarla, puede ser un gran predictor de éxito en términos de satisfacción sexual.
-Otra disfunción sexual: La EP puede ir asociada a la disfunción eréctil y haberse producido de forma secundaria a malas experiencias previas en el ámbito sexual.
-Un elevado consumo de pornografía: La masturbación es un hábito, si condicionamos el cuerpo a tener eyaculaciones con estimulaciones rápidas e irreales, podremos hacer que la persona cuando llegue a un acto sexual real, no tenga la capacidad para controlar su eyaculación y que repita el mismo patrón que con la pornografía.
¿Es para toda la vida o tiene solución?
Para solucionar este tipo de problemas es importante acudir a un especialista que pueda realizar una evaluación completa sobre la historia sexual de la persona, su funcionamiento y satisfacción actual… No solo eso, sino que también se deberán evaluar otras áreas y aspectos ya comentados que puedan estar influyendo como los problemas de pareja, de autoestima, consumo de pornografía excesivo, etc.
Existen diferentes estrategias utilizadas en el abordaje terapéutico para la eyaculación precoz:
A) La terapia sexual es el tratamiento indicado y con una alta eficacia demostrada para este tipo de abordajes terapéuticos, puede ser de dos tipos (individual o en pareja).
Tratamiento individual (en caso de no tener pareja)
Ejercicios de relajación: Que nos permitan controlar la ansiedad y por tanto mejorar el funcionamiento fisiológico de nuestra respuesta sexual.
Ejercicios de Kegel: Consiste en practicar la contracción y relajación de la musculatura bulbocavernos e isquiocavernosa.
Ejercicios de electroestimulación del suelo pélvico: Permiten provocar contracciones en la zona y fortalecer la musculatura para incrementar la discriminación de sus contracciones.
Autoestimulación y focalización sensorial: Prestar atención a nuestras propias sensaciones, hacernos más conscientes del cuerpo para evitar distracciones y sentimientos desagradables con respecto al acto sexual, vivir la relación en el momento presente, aquí y ahora.
Tratamiento con la pareja
Técnica de parada/ arranque (stop/start): Mediante la estimulación en pareja, se interrumpe cuando la excitación está en un punto que se percibe la inminencia eyaculatoria hasta bajar la excitación y comenzar un nuevo ciclo. Tras cinco ciclos se permite la eyaculación. Esto permite al paciente detectar y reconocer sus propias sensaciones preeyaculatorias lo que le ayudará a controlarlas posteriormente.
Técnica de compresión del pene (squeeze): Cuando la persona afectada percibe que va eyacular, su pareja o él mismo, utilizando los dedos pulgar e índice, comprimen la región balano-prepucial hasta que desaparece la sensación. Una vez se ha disminuido el nivel de excitación se reanuda la relación. Se debe repetir cuatro o cincos veces para terminar eyaculando.
La focalización sensorial: Se basa en un juego de caricias, es una manera estructurada de ir avanzando poco a poco en el acto sexual, centrándose en las sensaciones corporales que ocurren de forma progresiva (dejando para el final la estimulación en el área genital). Todo ello aumenta la propia conciencia del cuerpo y de la respuesta sexual para así poder conseguir un mayor control a posteriori. Se realizarán diferentes prácticas por etapas hasta llegar a un coito normal y satisfactorio.
Comunicación sexual: No debemos olvidar la importancia de expresar y comunicar las fantasías sexuales, deseos, pensamientos, preferencias, cuidar el escenario y la preparación para el encuentro sexual.
Reducción de distorsiones cognitivas sobre la relación sexual: Se trata de cambiar pensamientos que puedan estar siendo perjudiciales, como miedo al fracaso, presión de rendimiento, pensamientos en relación con baja autoestima, etc.
Psicoeducación sexual: Siempre será de gran utilidad detectar los mitos y creencias erróneas que hay sobre la relación sexual en la pareja y sobre la sexualidad en general. Es importante conocer qué esperan ambos de este encuentro y hacer hincapié en la necesidad de formarse adecuadamente en este ámbito para vivir y expresar la sexualidad de forma sana.
B) En ocasiones también se utiliza el tratamiento farmacológico. Combinado con la terapia sexual puede ser útil, algunos antidepresivos tricíclicos, Inhibidores de la serotonina o inhibidores de la fosfodiesterasa han demostrado ser eficaces para el tratamiento de la EP.
Si te has sentido identificado a lo largo de la lectura de este artículo y crees que puedes tener un problema de eyaculación precoz no dudes en acudir a un especialista, tu problema no es grave y tiene solución.
Psicólogo General Sanitario e Investigador en Sexualidad.
Coordinador de la Unidad de Sexología Clínica y Salud Sexual.
Consulta Dr. Carlos Chiclana.