El psiquiatra Carlos Chiclana y la psicóloga Teresa Barrera publican este artículo para la revista FilaSiete.
Nada hay más libre que la conciencia de una persona.
Nada hay más bello que el amor entre dos personas.
Nada hay más fuerte que la comunión de dos libertades.

Austria, agosto de 1943. Un granjero se niega a jurar lealtad a Hitler y es condenado a muerte. En su última oportunidad para salvarse conversa con su mujer. Otras personas valiosas y preocupadas están presentes, su abogado y el párroco del pueblo, e intentan salvarle con argumentos contrarios a su conciencia. Pero el matrimonio no cede a la amenaza de muerte, ni a la propuesta de mentira, ni a la burla de la ley. Permanecen en comunión. “Do you understand?”, pregunta Franz Jägerstätter (August Diehl) a su mujer Fani Schwanninger (Valerie Pachner). Ella contesta fir me: “I love you, whatever you do, whatever comes. I’m with you always”.
Vida oculta (Terrence Malick, 2019) no estuvo en los Oscar y sí lo hizo Historia de un matrimonio, que nos aporta otra perspectiva. Estados Unidos, año 2019. Un proyecto de vi da, dificultades y diferencias, un amor que experimenta límites, un amor en el que la pasión ha disminuido. ¿Podríamos hablar de un amor fracasado? ¿Es un fracaso que dos personas que se aman se encuentren en momentos vitales diferentes? Si a esto le unimos las presiones sociales y los intereses personales, podemos hacer que en un abrir y cerrar de ojos todo lo construido se desvanezca, que pase sin que nos demos cuenta, y que además creamos que es lo bueno. Es la diferencia entre el amor teórico y un amor encarnado.
La historia de Charlie (Adam Driver) y Nicole (Scarlett Johansson), nominados a los Oscar y a los Globos de Oro, está cargada de dramatismo e ironía y pretende hacernos pensar cómo resolver -más bien disolver- un matrimonio que se enfrenta a una crisis. Los que nos dedicamos a la terapia de pareja nos emocionamos con la primera secuencia donde se leen unas cartas excelentes que indican que ese matrimonio está más vivo que nunca, que es un momento excepcional para madurar en la relación, corregir el rumbo y continuar con la construcción de la relación y aprovechar para que la comunión entre ambos supere la velocidad del sonido. Pero en este caso las presiones externas prevalecen -la abogada (Laura Dern, Oscar a la mejor actriz de reparto), las familias, los trabajos- y la comunión se diluye, la libertad de cada uno se empobrece.
Noah Baumbach critica al sistema que se aprovecha del sufrimiento y la debilidad de las personas, para el éxito y enriquecimiento personal. Todo esto a costa del dolor y la in justicia que viven los protagonistas a través de su divorcio. Mediante la banda sonora, el estadounidense Randy New man transmite con incoherente coherencia los sentimientos encontrados de Charlie y Nicole. Entre el optimismo y la melancolía, el compositor acompaña el intento de normalizar una situación dolorosa, que busca una falsa armonía que parecería proteger al hijo y deja en evidencia la mentira del proceso. En Vida oculta, James Newton Howard se preocupa de que la banda sonora te empuje a subir la gozosa y empinada cuesta del cine de montaña que, como cualquier relación humana duradera en el tiempo, exige resistencia y perseverancia, con la esperanza de que cuanto más asciendes, más belleza contemplas.
Baumbach nos presenta un contexto en el que dos personas que se quieren y viven una crisis conyugal, son incapaces de mirarse a los ojos y defender lo construido. Existe una fractura entre ellos, provocada por la falta de intimidad y comunicación, que les impide mirar sus cimientos y los orí genes de su relación. Son orientados por personas cuyo éxi to depende del fracaso de esta y otras parejas, y señalan las cualidades que les diferencian, como motivo de ruptura, abrién dose así a una guerra entre profesionales sin tener en cuen ta los intereses de las personas a las que ayudan, ni la ver dad de lo que ocurre.
Charlie y Nicole tienen grandes dificultades de comunicación, intentan controlar la situación y esto les lleva a un diálogo -quizá sería más correcto monólogo- demoledor, cargado de rabia, que refleja la realidad de su miedo, indefensión y dolor por la ruptura, incapaces de hablarse con serenidad. En Vida oculta la comunicación se derrama en cada uno de los sentidos, cómo se miran, acarician, escuchan. ¡Cómo se contemplan!
El contraste entre la falta de entendimiento de los norteamericanos, que son incapaces de tender la mano al sufrimiento propio y al del otro, y la comprensión amante de Franz y Fanni nos interpela sobre nuestra capacidad de aceptar al otro, de interiorizarlo, de dejar que nos afecte, de incluirlo en nuestra libertad, de dejar que nos transforme, aun que no estemos de acuerdo.
Cuando en un matrimonio ha pasado el tiempo, la mirada es diferente. Puedes ver sus limitaciones y muchas de ellas te irritan, te gustaría que algunos aspectos de la relación hubieran sido diferentes y cambiarías decisiones tomadas. Esto, ¿significa que el amor se ha terminado o indica que avanzamos en una nueva etapa de la relación / contemplación / comunión? En equilibrio con estas dos películas recientes vale la pena rescatar Historia de lo nuestro, dirigida por Rob Reiner (La princesa prometida) y protagonizada por Bruce Willis y Michelle Pfeiffer. Un matrimonio en crisis que, después de 15 años casados, abren la puerta al sufrimiento, al dolor, la rabia y la frustración. Ponen las cartas de sus dificultades en cima de la mesa y son capaces de hablar, mirar sus orígenes y volver a hacer brotar la semilla que hizo crecer la relación.
Socialmente está aceptado que las crisis generan fracturas y que es mejor desgajar las piezas y coger otro camino. ¿Y si son una oportunidad para crecer en un amor profundo y verdadero? Ante la aparente simpleza y facilidad con la que el di rector de Historia de un matrimonio expone la destrucción impotente de una relación que iba bien, se contrapone la esperanza de ver la crisis como oportunidad de crecimiento que dependerá también de las personas que rodean al matrimonio. Es necesario volver a la mirada originaria para recuperar los cimientos que construyeron la relación, como se narra magistralmente en Historia de lo nuestro, y que con el tiempo, comunicación, aceptación y mucho realismo, permiten a tantas parejas vivir juntos, felices y para siempre. Las tres películas mencionadas son para dejarse empapar por las sensaciones que provocan, poner los ojos en las mira - das, intentar descifrar los pensamientos y emociones de sus pro agonistas, escuchar los silencios, elaborar las respuestas, dejarse afectar por lo que está ocurriendo y reflexionar sobre la belleza, la conciencia y la comunión de libertades que hace que cada vida oculta se convierta -por la otra persona, con la otra persona, en la otra persona- en la historia de un matrimonio, en una esponsalidad eterna.