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  • Inés Bárcenas

Las redes sociales pueden perjudicar su salud emocional


La psicóloga Inés Bárcenas colabora en este artículo del periodista Yago González para el periódico Expansión.

Los expertos alertan de los posibles trastornos derivados de la dependencia digital.

Tras varios años de éxito abrumador entre personas de toda clase y condición (aunque especialmente entre los adolescentes), cada vez más voces alertan del impacto negativo del uso de las redes sociales en la salud emocional de sus usuarios. El aviso más reciente procede de un informe conjunto de las universidades de Stanford y Nueva York que averiguó algunas consecuencias de desconectarse de Facebook: pasar más tiempo con amigos y familia, ser menos radical en cuestiones políticas, disponer de una hora extra de ocio al día y, en general, estar satisfecho con la vida.

El mundo académico dedica crecientes esfuerzos a analizar este fenómeno. En una línea similar, un estudio de la Royal Society of Public Health y la Universidad de Cambridge, que estudió el uso de redes sociales de 1.500 británicos de entre 14 y 24 años, concluyó que quienes pasan más de dos horas al día en plataformas como Facebook, Twitter o Instagram “son más propensos a sufrir problemas de salud mental, sobre todo angustia y síntomas de ansiedad y depresión”.

Algunos expertos, no obstante, sostienen que las cosas no son blancas o negras. “Cuando la actitud con la que estamos es la de escuchar, felicitar o contribuir, está estudiado que el uso de las redes mejora el estado de ánimo de los usuarios”, asegura Gustavo Entrala, experto en innovación digital. “Las consecuencias nocivas se dan cuando la actitud es meramente pasiva; o sea, cuando se utilizan las redes sociales para llenar un vacío”, explica. En su opinión, los problemas más graves se dan en usuarios especialmente vulnerables: “Hay estudios bastante concluyentes sobre el efecto que tiene en las personas más jóvenes el hecho de que no reciban un like que esperan por una foto publicada. También se da en algunos tipos de usuarios una excesiva proyección de lo personal que puede conducir al narcisismo”.

Cuestión de autoestima

El narcisismo, una palabra clave a la hora de analizar las redes sociales. La psicóloga experta en counselling Inés Bárcenas opina que detrás de su excesivo uso puede haber problemas de inseguridad personal: “Las redes sociales pueden ser adictivas cuando la imagen que proyectamos en ellas se vuelve más importante que nuestro yo real. El refuerzo social mediante like y shares es el componente fundamental que las hace tan adictivas. Aquellas personas que Estudios académicos han analizado el impacto del uso excesivo de las redes en la población joven. tienen problemas en la autoestima o dificultades en las relaciones sociales son las más proclives a abusar de las mismas, porque a través de ellas pueden encontrar una vía alternativa de relación que son incapaces de crear en el mundo real”. Bárcenas está de acuerdo con Entrala al señalar que las redes “pueden fomentar el narcisismo en el sentido en el que refuerzan el ego, la imagen proyectada de nuestro yo real.

En las redes toda la información que colgamos es editada, filtrada y decorada. De esta manera, la gente refuerza solo los aspectos positivos de nuestro ego. Esto puede generarnos la idea de que otros aspectos más vulnerables o imperfectos de nuestra personalidad no son válidos y que tendamos a reprimirlos”. Entrala apunta que otro factor que explica esta dependencia es la incapacidad de estar aburridos: “Las redes son el modo contemporáneo de llenar tiempos muertos: para muchas personas han sustituido la actitud de generaciones anteriores de sentarse en el sofá, ver la tele y consumir comida basura”. “Las tecnología llena aparentemente esos huecos con una respuesta inmediata al estímulo: quiero que pase algo, entro en Instagram, y miro. Y cuando nos sentimos vacíos a veces buscamos afecto con un like, un retuit o un comentario. Como es tan fácil conseguir la respuesta, el estímulo termina enganchando: el móvil siempre responde instantáneamente a lo que le pides; otras ocupaciones, como estar con amigos o hacer deporte, no tienen esa rapidez”, añade el experto.

Según Bárcenas, “probablemente, la mayor repercusión que tienen las redes sociales en la salud mental del ser humano es que nos hacen salir de nosotros mismos más de lo que deberíamos, limitan el tiempo que dedicamos a la introspección, a estar simplemente sumergidos en nosotros mismos. Eliminamos la incertidumbre de la espera con el uso de las redes sociales.

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