Inés Bárcenas (Psicóloga) y Jonathan Wyatt (Director y catedrático del departamento de Counselling y Psicoterapia de la Universidad de Edimburgo) acudieron al 4º Congreso Británico de Autoetnografía celebrado en la Universidad de Sussex (Brighton, Reino Unido).
En esta ocasión, ambos investigadores presentaron un capítulo escrito de forma colaborativa bajo el título 'You never dance alone: supervising autoethnography'. En él, ambos autores hacen uso de la máxima de este tipo de investigación cualitativa, 'mostrar, no contar', ofreciéndonos acceso a su experiencia como supervisor y supervisada para, de este modo, mostrar vívidamente los matices y complejidades que se presentan en una relación de supervisión autoetnográfica.
Jonathan Wyatt supervisó la investigación de Máster de Inés Bárcenas en la Universidad de Edimburgo ('Narrating attachment through the negotiation of my multiple selves on flamenco beats'), una autoetnografía en la que se explora la influencia de las relaciones de apego tempranas en el desarrollo de la personalidad y en la influencia de éstas en la posterior elección de pareja en la vida adulta.
La autoetnografía es un método de investigación cualitativa en el que el investigador emplea sus propios datos autobiográficos con el fin de generar comprensión acerca de un fenómeno. El autor hace uso de su experiencia personal acerca de un fenómeno para después establecer conexiones con otras narrativas humanas a través de la interpretación cultural.
Esta metodología ofrece la posibilidad de insertar al lector dentro de la experiencia de un fenómeno concreto a través de narrativas personales. Igualmente, la autoetnografía pretende alterar la concepción binaria entre ciencia y arte, ofreciendo relatos que presentan la experiencia humana de forma estética y evocativa.
Jonathan e Inés nos invitan a concebir esta modalidad investigadora como una vanguardia, una respuesta a la necesidad de crear formas alternativas de elaborar y experimentar la investigación en psicoterapia, desafiando los discursos tradicionales sobre qué cuenta como evidencia científica, y creando así espacios de reflexión acerca de nuestras prácticas investigadoras.
Nos invitan así a bailar con la experiencia del otro y a disfrutar de la conexión humana que esta investigación brinda, ya que 'en autoetnografía, nunca bailas solo'.